Existen tres formas de enviar ondas electromagnéticas con una potencia de 4 vatios a un punto situado a 5 m. de distancia. A saber:
1ª. Mediante antenas poco direccionales, lo que implica altísimas potencias de emisión que, además de estar terminantemente prohibidas en el reglamento que restringe las emisiones radioeléctricas (R.D. 1066/2001), conllevarían un enorme consumo eléctrico y algún otro inconveniente.
2ª. Mediante antenas muy direccionales, grandes antenas parabólicas en este caso dada la frecuencia utilizada. La potencia de emisión no debería ser excesivamente superior a esos 4 vatios, pero sí lo suficiente como para caer dentro de la ilegalidad. Aparte del tamaño de la antena, el mayor inconveniente sería la necesidad de situar el teléfono (o el vibrador, yo qué sé...) en un punto muy concreto dentro de ese radio de 5 m.
3ª. Esta es, con toda seguridad, a la que se refiere el bloguero, siendo también la preferida de los foreros. Consiste en usar como antena emisora la varita mágica de Tesly Potter.
Otra posibilidad que poco tiene que ver con el artículo es que los 4 vatios sean la potencia total de emisión, con lo que a una distancia de 5 m. llegaría solo una ridícula parte de ellos y la recarga del teléfono requeriría tiempos desesperadamente largos. Serviría para esos relojes de nombre extranjero que notifican los mensajes de la pandilla. Sin duda este es el método elegido por el fabricante. No le veo interés si no tenemos un emisor en cada habitación, tanto de casa como del lugar de trabajo. En cualquier caso el rendimiento será paupérrimo. Estaremos atentos a la evolución del asunto.
Y ya puesto, nos podía haber explicado un poco eso de transformar un cargador en un refrigerador
