Mira, eso de que un fabricante anuncie un modelo de móvil con batería escasa y que a su vez diga que gracias a un método revolucionario va a conseguir una autonomía fenomenal siempre acaba de la misma manera. Autonomía de mierda y cabreo por parte del que lo ha comprado, te puedo poner mil ejemplos.
Y es que al final aquí lo que chupa más no es ni el procesador ni la gpu (por si alguien piensa que la diferencia de resolución le va a dar el doble de autonomía o algo jeje) , no, aquí lo que chupa es la pantalla y eso de momento no hay manera de evitarlo.
Aquí lo que ha pasado es que Samsung esta teniendo por primera vez en años malos resultados (o por lo menos muy por debajo de lo esperado) en ventas y parece que en su desesperación ha volver a la situación de antes en la que le ponían una etiqueta Samsung a una piedra y la vendían por 400 euros, le han llevado a intentar copiar el modus operandi de Apple, claro que de manera cutre y todos sabemos que Apple es todo menos cutre. Y es que añadiendo un aro de metal a un teléfono feo y de plástico no lo haces premium por muy delgado que sea.
Y ojo, que Samsung creo que la culpa del bajón de Samsung no tiene tanto que ver con el plástico del que están hechos sus terminales y si de que la gente con el tema de la crisis el fin de las subvenciones y sobre todo las alternativas de teléfonos baratos chinos ya no pasa por el aro y paga 500 pavos para usar el Whatsapp y tres cosas más.
Era una burbuja que tenía que pinchar y es exactamente lo que está pasando, no era lógico que costará más un cacharro de cuatro pulgadas que una tele Led de 60. Y justamente las compañías que más han crecido con este boom sean las que se peguen la mayor castaña.