Habrá que ver si la resolución no sólo hace mella sobre el consumo, sino también sobre el desempeño del móvil al tener que mover, el procesador y la gráfica, mayor vantidad de píxeles en pantalla.
La decisión correcta para LG hubiera sido presentar su terminal en verano con la disponibilidad de los Snapdragon 805 y presentar un salto más evidente respecto al G2. De esta forma, la pequeña marca surcoreana tiene poco márgen de maniobra con este G3 y demasiadas ambiciones por cumplir. Osado parece querer vender 10 millones de dispositivos en tales circunstancias.
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