Todas las multinacionales funcionan así. El mundo funciona así. El único comercio algo más ético es el de los pequeños autónomos y pequeñas empresas, pero aún así, las zapatillas Adidas de la tienda de deportes de la esquina están fabricadas por niños indios.
No hay que ser hipócritas ni vamos a dejar de comprar las Nike tan remolonas de moda porque las fabrique un niño. Sí, da pena cuando lo piensas, pero en cinco minutos lo olvidamos.