Puedo dejar de usarlo, pero no puedo vivir sin ello. Son 2 cosas distintas.
Lo que quiero decir, es que no soy adicto, de hecho hay temporadas muy largas cuando solo lo he usado para llamar, WhatsApp (para comunicación, igual que las llamadas) y música al salir fuera, pero en un sociedad como la nuestra el móvil me es imprescindible. Si viviese en un pueblo y trabajaría el campo, probablemente no necesitaría un móvil, pero tal como estoy ahora, imposible.