Iesu dulcis memoria
El dulce recuerdo de Jesús
dans vera cordis gaudia
da verdadero gozo al corazón,
sed super mel et omnia
ejus dulcis praesentia
porque su presencia
es más dulce que la miel,
más dulce que todo.
Tal como es la música que escuchamos, así somos. Tal y como son nuestras lecturas o la pintura que contemplamos, así somos.
Una interesante terapia que recomiendan los psicólogos es intentar cambiar nuestra letra manuscrita, es decir, volver a ejercitarnos en aquellas libretas escolares de caligrafía, porque a medida que rectifiquemos nuestra letra, lo mismo ocurrirá en nuestro carácter. Intenta descubrir el gozo en la música de este vídeo. Es un ejercicio inconsciente para curar nuestra alma y llenarla de verdad, bondad y belleza. Entonces, con la casa interior bien barrida y ordenada, sólo tendremos sed de un agua: de Dios. Es automático, el Espíritu vibra en una frecuencia concreta, y hay ritmos que entran en resonancia con ella: la música sacra, los ritmos literarios internos de los Salmos, y el Silencio. Sube a un monte a solas y verás qué rápido conectas con el Espíritu Santo. Ahora, como ejercicio interior, intenta moldearte para gozar con este estilo musical y conseguirás moldear poco a poco tu alma. Hay otras técnicas para superarse y ser mejor, pero no tan rápidas.
