Cuidado que es fácil fidelizar a un cliente sin promesas vacías ni trampantojos de ningún tipo.
Pero para poder hacerlo y que la relación vendedor/cliente funcione de la mejor manera posible y lo más duradera en el riempo, hay que empezar a eliminar la necesidad imperiosa que aumentar cada año los beneficios y el cambio de juntas directivas por objetivos.
En definitiva: volver al capitalismo que nos hizo crecer y no al actual que es una rotunda caca.
Habrá que leerse la letra pequeña de la promesa.