Esto debería ser OBLIGATORIO para todos los fabricantes: actualizaciones de seguridad para varios años e inmediatas. Para ello, Google tiene que tener mayor control o exigir a los fabricantes ciertas medidas. Desde el primer momento que un móvil deja de ser un móvil, ya ni siquiera un smartphone si no algo más, en los cuales tenemos datos personales, datos bancarios, etc. deberían estar obligados a aplicar los parches de seguridad.
Los fabricantes utilizan la fragmentación del software como medida de obsolescencia programada: si quieres tener un móvil seguro tienes que comprar el más nuevo que saquemos al mercado.