Está claro que el problema con la cámara de nuestro DG 900 es el deficiente procesado que aplica a la imagen (ya que lo que es el sensor, el Sony IMX135 es de buena calidad, como ha demostrado su uso en otros móviles como el LG G3, el Samsung Galaxy Note 3 o el Samsung Galaxy S IV), posiblemente agravado por el tema de la interpolación que le han incluído para llegar a los 18 MP, que probablemente afecte a la calidad de la foto incluso cuando usamos la resoluciones nativas del sensor. Esto se nota especialmente cuando vemos la foto a su tamaño original o la ampliamos un poco, donde se vé que la aplicación de técnicas para la reducción del ruido es muy poca o nula. Como prueba, he hecho un recorte al 200% a la misma zona de la foto de Mario que hice con el DG900 y la que hice con la Sony QX10, en las mismas condiciones, y los he puesto uno al lado del otro para que se aprecie la diferencia:
Como se puede ver, el ruido en la foto del DG900 es muy evidente, y aparece incluso en fotos con buenas condiciones de luz e ISO bajo, que debería ser casi inexistente.