Empezó muy muy fuerte y tienes toda la razón, ha ido cayendo poco a poco. Precio exagerado, y funcionalidades que, a pesar de ser tremendamente innovadoras, no son de uso cotidiano. Tuve la oportunidad de probarlas en Murcia de la mano de Droiders y son impresionantes, pero esperaba más. Creo que las gafas de inmersión total como las Occulus irán más lejos y tendrán más mercado por el mero hecho de que su función está muy definida y con un mercado brutal: LOS VIDEOJUEGOS.