A mí, personalmente, no me gustan las fundas de tapa porque me resulta incómodo tener que abrirla para acceder al teléfono. Prefiero ponerle una funda trasera y un film protector para la pantalla.
Sé que en caso de caída la pantalla no se salva con un film, pero para gustos los colores. Siempre he tenido todos mis móviles así, y así van a seguir.